Lucha para igualidad: una meta común de Latinoamérica

Esta semana hablemos sobre las guerras de independencia tanto como las revoluciones de Latinoamérica.  Cada región individual tiene su propio cuento de las luchas, pero todos son indios por las semejanzas de la cultura y lo que esperaban cambiar.  Así examinemos varios aspectos de la unidad le los países Latinoamericanos.  Los temas principales que los grupos revolucionarios intentaron a reformar fueron las de educación, la desigualdad social, y la agricultura.

Una manifestación del clima social injusto es la pigmentocracia que experimentaron los afrolatinos en la vida diaria.  Se ve una representación de esta mentalidad en las pinturas de la semana anterior del mulato y el mestizo que representa el mulato como doméstico, violenta, y negligente de los hijos mientras la familia mestizo se ve rica, tranquila, y cariñoso.  Estas diferencias sociales también se manifiestan en las diferencias socioeconómicas de los grupos raciales.  Con esas brechas en la cultura, la raíz de la motivación de luchar para la igualdad es claro.  Con un elemento del pigmentismo en la cultura, no es sorprendiente que había una movimiento afrolatino entre las guerras de independencia.

Más adelante, las ideas globales afectaron a la población común a través de la tecnología nueva que trajo la globalización del siglo XX.  Con la llegada del cine y la popularización y acceso a la televisión, el transmito de ideas desde una región y cultura a otra fue fácil e inmediata.  Por eso latinoamericanos recibieron influencia e ideas que representaron  una migración cultural.  En todos de estas revoluciones y movimientos vimos que Latinoamérica opera con un sentido de unidad, que viene de su fondo histórico compartido y una cultura universal.