Esta semana hemos discutido las comunidades
indígenas de Latinoamérica y las maneras en que los movimientos políticos de la
“nueva izquierda” las han afectado. Aunque la mayoría de noticias sobre las
comunidades indígenas en las noticias tienen temas negativas como violaciones
de los derechos humanos, la destrucción de sus tierras y otros conflictos
políticos, me gustó que esta semana también discutimos temas optimistas sobre la gente
indígena. Aunque es importante entender la complejidad
de estas problemas, también tenemos que entender ejemplos de la unificación y
solidaridad de comunidades indígenas como los de Bolivia y Ecuador en noticias
recientes. En mi opinión, este es una
parte fundamental en la creación de soluciones en futuro.
En reflexión sobre la mesa redonda hoy, creo
que como ciudadanías de una sociedad del oeste, tenemos que ser cuidadosos en
la manera en que pensamos de la gente indígena. Sí los indígenas tienen un estilo de vida muy
diferente de la mayoría de la gente mundial, pero no podemos pensar de ellos en conflicto con el mundo moderno. Esta manera de pensar pone los indígenas como
parte del pasado, pero ellos también son ciudadanas del mundo moderno como
nosotros. Indudablemente, las
comunidades indígenas tienen retos de vivir en el mundo moderno, pero tenemos
que tomar en cuenta que ellos no deben ser obligados a cambiar su vida para
obtener los derechos humanos. Ciudadanas
del mundo moderno como nosotros y también los lideres políticos de
Latinoamérica tienen que pensar de la gente indígena con una perspectiva de
igualdad. Si podamos establecer
relaciones de respeto mutual, podríamos
trabajar hasta retos económicos y medioambientales que son beneficiosos
para toda la gente del mundo.
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