Esta semana fue muy interesante porque acabo
de regresar de una semana con una clase de antropología/sociología en Nicaragua
en que estudiamos muchos ejemplos del neoliberalismo y su efecto en la salud
medioambiental y también la salud de la gente de Nicaragua. Después de este viaje, estoy más crítica de las empresas
grandes que han influido la economía de Latinoamérica. Cuando estuvimos en Nicaragua, visitamos una
fábrica de
tabaco y hablamos con el director de los recursos humanos de la compañía. Este
director nos aseguró que la compañía es buena para la comunidad local y tiene normas para
proteger los trabajadores. Por ejemplo,
nos dijo que la compañía no tiene trabajadores menores de 18 años de edad, sin
embargo, cuando caminamos por la fábrica, vimos niños que tenían claramente menos de 18 años. También nos dijo que los trabajadores
tienen salarios razonables, pero hablamos con una trabajadora que nos dijo que
su salario no es suficiente para sustentar una familia. Pienso que a menudo las empresas publican que
son buenas para la comunidad en la que están, pero este testamento no es más que palabras. En realidad, los motivos de empresas grandes
son monetarios en vez de humanitarios.
Aunque las empresas sí traen trabajo a las comunidades, estas pueden crear monopolios que
destruyen otras opciones de trabajo para la gente. En resumen, me gustaría visitar otras regiones
de Latinoamérica que habían sido influidos de crecimiento económico, como la región en México de
Grupo La Norteñita, para investigar la perspectiva de la gente de estas
regiones.
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