A
través de la primera semana, nosotros aprendimos sobre “Nuestra América” por José
Martí, el Códice Mendoza, pero lo más significante para mí era los inicios de
la Americana precolombina. Mientras a
veces tomamos por hecho actividades diarias que las sociedades como los aztecas
y los mayas aprendieron a dominar, a menudo nos olvidamos sobre el impacto sus
culturas tienen. Me interesa que aunque
las primeras civilizaciones en lugares como Mesoamérica, el caribe y los andes
se desarrollaron a tasas totalmente diferente, todos contribuyeron enormemente
a la diversidad que tenemos en Latinoamérica.
Particularmente en la lectura de el Códice Mendoza, yo aprendí que los
aztecas meticulosamente escogieron Mesoamérica para construir su imperio. Después de años y años de ser nómadas y “gente de la tierra,” decidieron que la
región en Mesoamérica era el lugar mejor para prosperar. Y aunque la civilización de los aztecas ya no
existen, su cultura y maneras de vivir todavía resuenan hoy. Por ejemplo, la misma comida que los aztecas
se basaron en todavía nosotros cultivamos hoy.
Igualmente, mientras no practicamos cosas como los sacrificios humanos,
sus sistema de creencias y religión tienen un gran impacto de la diversidad y
las diferentes comunidades en la actual Latinoamérica.
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