Esta semana
me sorprendió mucho saber que en Latino América también discriminaban y
formaban las clases sociales basadas en tu color. Es interesante saber que la
diversidad era basada en la pigmentocracia. Es aún más interesante saber que también
en Latino América distinguían a la gente entre las categorías blanca y negra. En
la sociedad ahora, todavía batallamos con querer clasificar a la gente y formar
nuestra sociedad alrededor de la pigmentocracia. Yo que soy hispana, no estoy
en la categoría de negra, pero tampoco soy blanca. Yo prefiriera no tener que escoger
una etiqueta para mí misma, pero otros eligen por mí. Yo caigo en la categoría de
ser negra, primariamente porque yo soy
de la minoría. Puedo relacionar en el aspecto de que la sociedad me pone
ciertos límites de lo que según puedo hacer por el color de mi piel, pero no
puedo relacionar en el aspecto de que permito que el color de mi piel defina mi
potencial como persona. Reconozco que mi color de piel es muy influyente y
puede determinar mucho de mi futuro, pero todavía trato de hacer mi propio
camino. Es fascinante saber que no ha cambiado mucho la importancia del color
de tu piel a lo largo de los años.
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