La importancia de la distinción entre los uniones civiles y la institución religiosa de casamiento es muy evidente en mis conversaciones con mis amigos y cuando estoy leyendo los artículos sobre los derechos de la comunidad LGBTQ. Es un distinción que separa no sino el estado de los derechos sociales, pero también los uniones civiles, como un "consolación" por la comunidad LGBTQ, crean un espacio limitado en que los homosexuales están privados de cientos derechos civiles y humanos.
La separación si misma también es una forma de marginalizacion que separa los homosexuales no sino de sus derechos civiles, pero de su inclusión en una institución que esta reconocido por el estado- esta situación es, sin duda, discriminación. Si, es verdad que los derechos religiosos deben ser protegidos- pero cuando los derechos religiosos se ponen enfrente de los derechos humanos, hay un conflicto de intereses, especialmente si un gobierno simpatiza con una institución religiosa. En mi opinión, la institución de casamiento, cualquier se quiere llamarla, debe cubrir los derechos de todos, homosexual o heterosexual. Es peligroso tomar en mente las filosofías y tenientes religiosas que marginalizan un grupo de gente, y usarlos en una zona política.
Pero este problema no es sin una solución: simplemente se reconstruye la institución. "Simplemente" es fuerte, pero puede ser actualizado una reformulación de principios en el gobierno si los homosexuales están tratados como los humanos quienes son.
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