Por el
cuento de Giancarlo Cornejo es claro que los homosexuales de Latinoamérica
enfrentan una cultura que históricamente les ha rechazado, especialmente por su
fundación Católica y la cultura de machismo. Por los movimientos sociales ya hemos visto cambios en los
leyes y reglas de varios países hacia los actos homosexuales, pero hay unos que
han avanzado mas cerca de la justicia que otros. Todavía hay reglas contra cualquier demostración sexual en
los países mas extremos y al otro lado hay lugares como Argentina y Uruguay que
ya han legalizado al matrimonio homosexual. España fue el primer país que legalizó casamiento entre el
mundo hispanohablante y tuvo un gran influencia en el proceso en
Argentina. Varios organizaciones
pro-gay de España se involucraron en la lucha política de Argentina, y algunas
respondientes temían que este fue una manifestación de un tipo de
“neocolonialismo.” En mi opinión,
este declaración está demasiado extremo. Como una proponente de este movimiento LGBT, me
alegre de que el movimiento recibió apoyo external, y mas todavía porque fue
exitoso, pero es importante que hay suficiente interés en común entre la
población nativo y los grupos de apoyo external. Cambios sociales no son sostenibles si los cambios estén en
acordanza con los deseos se la sociedad.
Así fue clave que ya había un movimiento Argentina hacia simpatía LGBT
que simplemente benefició por seguir en los pasos de España.
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